Con todos asegurados en sus asientos, la nave de aterrizaje estaba lista para sus últimas comprobaciones antes del lanzamiento. Cólera de Carb tampoco dejaría la zona hasta que estuvieran sobre el horizonte, en caso de que se intentara asesinar a los prisioneros. Con su arsenal de armamento, era capaz de derribar la mayoría de los tipos de misiles que podrían ser disparados contra la nave de aterrizaje, un pequeño extra de seguridad para el viaje de regreso de Max a casa.
Sin la urgencia apresurada del combate, la nave de aterrizaje se eleva suavemente del suelo y hace la transición de un vuelo estacionario con campo antigravedad a vuelo hacia adelante. Para obtener suficiente combustible para alcanzar órbita, tuvieron que drenar la mayoría de los Mecha Cygnus ligeros que aún tenían tanques intactos y reducir sus propios Mecha ligeros a menos de un cuarto de tanque, e incluso así, estarían justos en niveles de combustible si tienen que hacer maniobras adicionales.