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No le toma mucho tiempo al mando de Cygnus darse cuenta de que las cosas han salido horrible e inesperadamente mal. Eso incluye el desembarco que enviaron a la posición de Max. Vieron las unidades super pesadas aún presentes así como todos los Segadores en posición de mantenimiento de campo desplegados dentro del pueblo y asumieron que habían sido victoriosos pero que habían perdido las comunicaciones.
Aprendieron mejor cuando la Cólera de Carb comenzó a derribar transportes aéreos. Pero para ese momento ya habían enviado provisiones para un mes y todo el nuevo equipo para diez mil infantes que estaban llegando con los transportes.
La similitud entre los transportes aéreos de las dos naciones era remarcable para Max. Ambos eran un ladrillo volador con enormes propulsores en un extremo y puertas en el otro, con pequeñas alas plegables para estabilidad y maniobra en la atmósfera.
