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—Hola Comandante, hemos ajustado la máquina de excavación para minería. ¿Quién tiene los planos finales de los búnkeres? —preguntó el Capitán Tarsus la siguiente mañana, mientras los oficiales intentaban recuperar el control del caos.
Se suponía que las unidades adicionales se quedarían un tiempo, así que el personal superior había decidido quemar algo del combustible robado que habían obtenido para excavar un complejo subterráneo debajo del pueblo y ocultar su número.
Los edificios y los aparcamientos subterráneos colapsados ya no eran suficientes, aunque serían un gran punto de entrada y salida para el complejo subterráneo.
Un búnker a más de 30 metros bajo la superficie, o a 10 metros de profundidad y reforzado con Rock Crete podría sobrevivir a un ataque orbital de bajo rendimiento y ocultaría por completo la firma de sus Mechas de los escaneos orbitales.
