Max se apresuró a ponerse su ropa de trabajo, otra variante del ceñido Traje de Piloto que prefieren los diseñadores de Comor, y se dirigió a la bahía para empezar las pruebas de hoy.
Tras subir a la cabina con un saludo al equipo de prueba, Max encontró a la Hermana Lilith esperándolo, con una sonrisa burlona que prometía que tenía intención de obtener hasta el último jugoso detalle de la noche de cita de ayer.