—Sierra, sé mía y te llevaré a ver nuevos horizontes y cumbres desconocidas conmigo. Te mantendrás por encima de todos los demás conmigo porque ese es mi deseo. ¡Quiero estar por encima de todos los demás en la existencia y alcanzar los más altos de los cielos y reinos! —Arkhen dijo con fuegos de resolución y dominación ardiendo en sus ojos. Una sonrisa salvaje grabada en su rostro, llena de arrogancia y obstinación.
El corazón de Sierra palpitaba salvajemente mientras resonaban dentro de ella las palabras de Arkhen. Un sentimiento desconocido comenzó a surgir en su interior.
—Ya he pensado en ti como mía y yo también te pertenezco ahora, pero no te forzaré —Arkhen se acercó un poco más a su rostro, con una sonrisa en el suyo—. Pero quiero que seas mía por tu propia voluntad. Prometo dejarte experimentar mi amor y lujuria al máximo.
Arkhen comenzó a pasar sus manos sobre las nalgas de ella y a masajearlas, mientras sus pechos gordos y suaves se presionaban contra su pecho.