La fachada indiferente de Sierra también se rompió cuando frunció el ceño. Sabía que este chico era nuevo, pero nunca esperó que la menospreciara.
Se lanzó hacia él con una patada despiadada hacia la cabeza de Arkhen. ¡Era rápida! Sus estadísticas también estaban entre 30 y 35, siendo su agilidad la más alta con 35.
Pero Arkhen era un maestro. Vio a través de su ataque con facilidad y esquivó con un movimiento mínimo hacia un lado, dio un gran paso adelante, se agachó un poco y le palmeó el estómago.
Sierra retrocedió varios pasos, sus ojos llenos de asombro.
—Ven —dijo Arkhen con una sonrisa.
...
En los siguientes diez minutos, Sierra no logró acertar ni un solo golpe en Arkhen, pero recibió una paliza unilateral de él.
Las personas que miraban tenían los ojos muy abiertos y muchos de ellos estaban impresionados tanto con Arkhen como con Sierra.