Exhalando profundamente, Spencer escaneó la amplia habitación que servía como su oficina. Este espacio, que una vez estuvo lleno de actividad, ahora se encontraba escalofriantemente vacío y silencioso. Inicialmente, a Spencer le asignaron tres asistentes para ayudar a aligerar su carga de trabajo. Su ayuda aseguraba que tuviera tiempo suficiente para su amada Aria, su futura esposa.
Sin embargo, desde que Aditya, el gobernante del Imperio de Istarin, regresó de su breve visita al Palacio del Mar Profundo, la carga de trabajo de Spencer había aumentado drásticamente. El trabajo era tan implacable que durante la primera semana, no durmió durante siete días completos. Como cultivador, no tenía problemas para mantenerse despierto; era el esfuerzo mental exigente que requería el trabajo lo que resultaba desafiante.