Aditya habló con una gravedad en su tono, sus ojos taladrando los de Sasha —Necesito que pares, Sasha —suplicó.
Su respuesta fue firme y resuelta —No. Aditya había aprendido suficiente sobre Sasha como para entender que, debajo de su fría apariencia, yacía una terquedad inquebrantable. Una vez que se proponía algo, no había forma de disuadirla. En este caso, estaba decidida a eliminar a Laura y no pararía hasta lograr su objetivo.
—¿Por qué? —indagó Aditya, tratando de entender sus motivos.
—Porque no quiero —respondió ella con indiferencia, con el atisbo de una sonrisa juguetona tirando de sus labios.
Volvió a preguntar, en un intento de discernir sus deseos —¿Qué es lo que quieres, Sasha?
Su respuesta fue rápida e inesperada —Te quiero a ti —confesó, su mirada sosteniendo la de él sin titubear.
Pillado por sorpresa, logró tartamudear una respuesta —Eso es... imposible. No puedo ser tuyo.