El oxidado cuchillo perforó la espalda de Ryder, tiñéndose con su sangre al entrar en su carne. La sangre se derramó de la herida, manchando sus ropas en un profundo tono rojo.
Simultáneamente, Janus lanzó una barrera a prueba de sonido alrededor de la habitación, asegurándose de que ningún ruido pudiera escapar de sus confines.
En un abrir y cerrar de ojos, el ensangrentado cuchillo había desaparecido por completo, desvaneciéndose enteramente.
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Janus observó a Ryder inclinarse hacia adelante, su cuerpo debilitado por el ataque inesperado. Esperaba que Ryder contraatacase, o que se defendiera, pero en su lugar, simplemente se desplomó sobre el escritorio, justo encima del libro.
El marcador cayó sobre la mesa, rodando lentamente antes de caer finalmente fuera de la mesa.
Incluso Janus no había previsto que el cuchillo funcionara tan eficazmente. Esta particular hoja era uno de los dos cuchillos creados por su Hermano Mayor. Tampoco había visto a su hermano utilizarlos.
