—Después de un largo y apacible sueño, Gabriel finalmente parecía estar saliendo de su profundo letargo, habiendo dormido cerca de doce horas.
—Al notar que Gabriel se despertaba, Novius finalmente cambió la hora en este mundo al amanecer. Era como si el sol también se despertara al mismo tiempo que Gabriel.
—Gabriel abrió sus ojos, sintiendo el hermoso clima. Los vientos eran ligeramente fríos pero no demasiado, proporcionando una sensación particularmente agradable.
—Buenos días, joven —Gabriel acababa de abrir los ojos cuando fue recibido por Novius y Cylix—. Basta de dormir. Levántate. Tenemos mucho que cubrir hoy.
—Gabriel se sentó, asintiendo. No había venido aquí para dormir. Tenía que aprender... Aprender todo lo que pudiera para poder llegar al centésimo piso.
—Después de darle unos minutos para prepararse, Cylix y Novius finalmente comenzaron su último programa de entrenamiento.
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Veinte Minutos Después
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