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—¿Estás llamas? —Gabriel frunció el ceño, viendo las Llamas Oscuras. Miró hacia atrás donde había dejado al Rey Infernal. El Rey Infernal ya no estaba en su lugar.
La razón por la que el Rey Infernal no quería ayudar a Gabriel era porque odiaba la idea de ser esclavo de alguien más, pero al ver a Gabriel luchar solo en lugar de forzarlo... El Rey Infernal se sentía ligeramente diferente acerca de Gabriel.
En lugar de abusar de su autoridad, Gabriel fue a luchar solo incluso si era peligroso para él. Con sus acciones, Gabriel había logrado obtener al menos cierto grado de respeto por parte del Rey Infernal.
Fue llamado aquí para ayudar a Gabriel, y decidió ayudarlo. ¡El chico que era lo suficientemente valiente como para luchar solo tenía que ser ayudado!
El Rey Infernal alzó su mano derecha mientras caminaba por el campo que había comenzado a arder.
