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Mientras Max y los demás salían de la arena de combate, sus ojos se deleitaron con un brillante fragmento verde que emanaba cantidades insanas de vitalidad.
—¡Eso es! ¡Eso es el fragmento de vida! —dijo uno de los hombres de Lucius al no poder mantener la calma al mirar el legendario tesoro.
Un fragmento de vida era un tesoro importante cuyo valor no podía medirse con dinero.
Un fragmento de nivel 7 podía añadir 50 años de juventud a un mortal.
Un fragmento de nivel 8 podía añadir 500 años.
Un fragmento de nivel 9 podía añadir 2000 años.
Mientras que un fragmento de nivel 10 otorgaba a un mortal la misma juventud que a un dios.
Era un tesoro que permitía a las esposas mortales de poderosos dioses vivir para siempre y por eso era una mercancía importante que estaba estrechamente controlada.
Este fragmento en particular era de grado de nivel 8, lo que significaba fáciles 10,000 puntos de mérito, sin embargo, el único problema era, ¿cómo distribuirlo?
