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—Lo siento, lo siento, maldita sea la ingravidez es real —dijo Sebastián.
—No le des demasiada importancia —dijo Max aunque en ese momento sentía un profundo deseo de sangre de semidios.
—Entonces, Ravan, ¿crees que puedo pasar el rato contigo y con Asiva la Sin Sangre? Estoy un poco solo y cuesta volver a los dormitorios después de este brutal entrenamiento, un poco de apoyo estaría bien —le preguntó Sebastián a Max.
Max pensó por un momento y luego escaneó a Sebastián de arriba abajo, pensando si valía la pena agregarlo al equipo.
Él y Asiva habían discutido que necesitaban reclutar miembros para el equipo, y aunque Max no era especialmente aficionado al chico rubio, definitivamente era trabajador y parecía un buen chico en general.
—Tendré que preguntarle a Asiva primero —Max finalmente respondió después de un minuto de silencio.
—Oh, ya veo cómo es… la dama es la gran jefa —finalmente dijo Sebastián mientras Max fruncía el ceño al escuchar sus palabras.
'Idiota'
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