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Max le había advertido a Severus varias veces que podría perder el control de sí mismo una vez que entrara en contacto con la semilla de la destrucción y que la semilla podría jugar con su cabeza y mostrarle cosas que no eran ciertas, pero confiaba en que Severus siempre tendría la cabeza en el lugar correcto y vería a través de esas ilusiones.
Severus también tomó las advertencias de Max muy en serio y tocó la semilla de la destrucción con la expectativa de que la semilla jugaría juegos mentales con él, sin embargo, lo que no esperaba era el sufrimiento físico.
El segundo en que tocó la semilla de la destrucción sintió toda la fuerza dentro de su cuerpo abandonándole y fallándole mientras caía de rodillas y su conciencia se oscurecía.
Inmediatamente Max estaba allí para abordarlo y salvarle la vida ya que desde el inicio hasta el final Severus ni siquiera tocó la semilla de la destrucción por un total de 0.3 segundos ni usó su poder ni una sola vez.
