—En un intervalo de un día entre uno y otro, Odín le presentó a Max la semilla de destrucción y la reina regresó con la semilla de la Creación.
—Odín estaba visiblemente pálido mientras entregaba la semilla de destrucción a Max y le advirtió que no la tocara con sus manos desnudas, mientras que la reina parecía no afectada por llevar la semilla de la creación pero aún así advirtió a Max sobre tocarla imprudentemente.
—Max no esperaba obtener las semillas tan fácilmente en sus manos, sin embargo, aparentemente las ondas que estas dos semillas creaban hicieron que su descubrimiento fuera mucho más fácil ya que afortunadamente, ambos objetos fueron aprehendidos de sus primeros usuarios en el universo antes de que el conocimiento sobre su existencia se extendiera mucho.
—Según Odín, la semilla de destrucción era extremadamente corruptiva y llenaba a uno de nada más que el deseo primordial de acabar con el ciclo de vida de los objetos.
