La sala estaba tensa en el momento en que Rudra hizo su entrada, pues a pesar de sus mejores esfuerzos, los ojos de Asiva no podían ocultar la hostilidad que sentía hacia Rudra.
Ella sabía que el daño a su hijo no era permanente y también sabía que Rudra hizo lo que hizo para salvar a Kartikeya; sin embargo, lo que no podía aceptar era que Rudra nunca vino a pedirle disculpas personalmente por el incidente y, aunque él era el Señor Supremo y estaba más allá de cualquier reproche, Asiva perdió mucho respeto por el carácter moral de Rudra.
Era una madre y no podía soportar ver sufrir a su hijo ni siquiera lo más mínimo y por el sufrimiento por el que Kremeth fue sometido, Asiva sentía venganza hacia Rudra.
Los demás, sin embargo, no compartían esa emoción y en el momento en que Rudra entró a la sala de conferencias, Anna, Naomi y Ruby estaban todas encantadas al abrumarlo con abrazos y amor.
