(Dombivli, la capital Bloodfall)
Pasó una semana y Max no mostraba signos reales de mejora a pesar de que la sociedad de vampiros estaba sumida en celebraciones, Max seguía inconsciente.
Debido a las reformas del nuevo programa de lealtad, los señores que no habían participado en la incursión contra Drácula junto a Max ahora temían por sus vidas.
Según la naturaleza de Max, estaban destinados a recibir severos castigos, tasas de impuestos más altas y una evaluación más baja del rango de su clan por este acto de desobediencia y querían desesperadamente evitar ese destino.
Para hacerlo, no solo se habían alineado como hormigas dentro del palacio de Dombivli para congraciarse con el rey cuando despertara, sino que lo habían hecho de manera espectacular mientras llegaban cargados de regalos lujosos y con el comportamiento más humilde.
