—Papá está ocupado otra vez hoy... —Hope miraba a Destino con sus grandes ojos de cachorro triste. Extrañaba mucho a su papá.
—Mmm... Papá ha estado trabajando mucho. Mamá Noa dijo que Papá debería estar libre en los próximos días. —Destino intentó consolar a su hermana. Sabía cuánto amaba Hope a su Papá.
—¿Crees que Papá volverá a hacer una fiesta de pijamas con nosotras? Dormir al lado de Papá es mucho mejor que dormir con las Mamás. —Hope preguntó mientras hacía cara de pez y jugaba con sus dedos de los pies.
—¡Eso espero! —A Destino le gustaban esas fiestas de pijamas.
—¿De qué están hablando ustedes chicas? —Una voz masculina llegó desde detrás de las dos niñas.
—Estamos hablando de pedirle a Papá que tenga otra fiesta de pijamas con nosotras —respondió Destino sin pensar mucho. Pero todo su cuerpo se congeló cuando reconoció la voz. Se dio vuelta y vio a un hombre alto y guapo parado ahí con una gran sonrisa en su rostro—. ¡Papá!