Mina yacía sobre el estómago de Blake después de algunas rondas, la barriga tan llena de la leche de Blake que tenía su estómago sobresaliendo y un desastre entre sus piernas. Blake le acariciaba suavemente la cabeza, haciendo que ella frunciera el ceño y apartara su mano mientras intentaba dormir. Con una risa, él se quedó allí y cerró los ojos. Tanto Sam como Erica habían caído dormidos hace tiempo.
----
Dentro de la ciudad, una joven chica zorro deambulaba, mirando con asombro los nuevos edificios majestuosos. Parecía tener no más de diecisiete a dieciocho años de edad, pero se veía muy enérgica y alegre mientras caminaba por las recién alisadas calles que pasaban entre los edificios. Estas carreteras también estaban hechas de piedra y permitían que el viaje fuera mucho más fácil, especialmente durante las tormentas de lluvia. Para ella, todo esto era nuevo y fantástico ya que siempre había estado confinada en el bosque hasta que siguió al líder de la manada.