Cuando los dos salieron del baño, Blake se secó y caminó hacia la cama sin ropa. Más bien, no tenía nada que ponerse en primer lugar, ya que este no era su cuarto. Mina tampoco tenía nada que vestir a menos que se pusiera su ropa sucia. —Mañana mandaré a lavar tu ropa para que puedas ponerte algo limpio.
—Gracias… —Mina sonrió tímidamente mientras volaba hacia arriba. Se acercó a la mejilla de Blake y le plantó un pequeño beso. Se alejó y voló frente a él sonriendo. —Me he sentido cómoda contigo desde que nos conocimos. No sé si es tu aura o qué, pero me has permitido sentir como si perteneciera. Supongo que por eso, cuando todo esto sucedió, no me opuse en absoluto. Así que espero que en el futuro los dos podamos amarnos de verdad.