—¿Eh? Sí, está bien, pero estas heridas... —Nellie miró a los dos niños humanos frente a ella y frunció el ceño.
—Estarán bien. Solo habla con el mayor y pregúntales todo lo que pasó —dijo Blake mientras movía su mano, haciendo que una luz verde envolviera a ambos niños.
—Sin problema —respondió Nellie con una sonrisa al ver cómo Blake estaba dispuesto a sanar a los niños. Una vez que los niños estuvieron curados, él se fue a explorar el piso. Pretendía ir solo, pero Noa parecía querer seguirlo.
—Noa, podrías haberte quedado allí —dijo Blake mientras se giraba hacia la chica elfa que no quería mirarlo con las manos detrás de la espalda. Ella llevaba un conjunto blanco de armadura de cuero de manga corta con algunas placas metálicas en los hombros, rodillas, pecho y codos. También llevaba un par de guantes negros y blancos sin dedos. Era delgada, y su pecho era casi igual al de Tina, pero sí que se veía hermosa con su pelo verde manzana y ojos verdes que brillaban como gemas.