—¡Charles! ¡No puedes decidir sobre este asunto sin mi aprobación! —gritó el patriarca de la Familia Featherkind.
Charles lo miró con una mirada seria y respondió —¡Patriarca, nadie está dispuesto a aceptar este trabajo! ¡No podemos permitirnos perder más tiempo aquí! ¡Voy a ir y retrasar a esas bestias!.
—¡Tú! —El patriarca de la Familia Featherkind no esperaba que Charles fuera tan terco. Mirando la mirada decidida del último, sabía que ya no podía cambiar la decisión de Charles.
—¿Estás seguro de esto, Charles? Enfrentarte solo al ejército de bestias será peligroso. —Dan lo miró con una expresión severa.
—¡Mientras pueda ayudar a Warmridge a superar esta crisis, no me importa morir en el campo de batalla! —respondió Charles con un tono firme.
Sus palabras hicieron que todos se sintieran avergonzados de sí mismos.