Olivia se frotaba las doloridas mejillas mientras fulminaba con la mirada al tipo malo frente a ella. —¡Te morderé hasta la muerte! —gritó y se lanzó hacia él mientras abría la boca. Aunque se había convertido en una niña pequeña, Olivia todavía posee el poder de una bestia mágica de Nivel 3.
Aethelwolf la empujó suavemente por la frente, impidiéndole acercarse más a él. —Parece que necesito añadir una Runa de Traducción de Idiomas a tu collar. Todos estarían confundidos si escucharan cómo hablas, puesto que ninguno de ellos comprende el Lenguaje de las Bestias —murmuró. Luego le palmeó la pequeña cabeza y le dijo entre risas:
—Deberías practicar cómo caminar. Podrías tropezar, ya que ahora tienes las piernas más cortas.
Por alguna extraña razón, a Olivia le gustaba la sensación cuando él le tocaba la cabeza. Se sentía cálida y segura, como si nada pudiera salir mal mientras él estuviera allí.