Habiendo puesto suficiente distancia entre ellos y los espectadores, Rio encontró un lugar apartado para aterrizar. Después de asegurarse de que estaban solos, se preparó para lanzar el hechizo [Recuerdo Astral]. Layla, sorprendida por la repentina explosión de luz, optó por confiar en Rio y se abstuvo de cuestionar sus acciones.
Instantes después, se encontraron en la lujosa habitación de Lia. Layla miró a su alrededor, observando la cama extragrande, el elegante tocador y la atmósfera regia general del cuarto. Se volvió hacia Rio, con la mirada buscando respuestas.
Mientras Layla lo miraba interrogativamente, Lia y Nyla irrumpieron en la habitación, sus pasos resonando con urgencia al percibir la llegada de Rio y de Layla.
Los ojos de Layla se agrandaron al ver a Lia, y reconoció a Nyla.