La audiencia permanecía en un silencio atónito, presenciando el desarrollo inesperado. A medida que la nube de polvo se disipaba, veían a Lily besando tiernamente la cara de Rio, su preocupación y lágrimas evidentes. Su intimidad sugería un vínculo profundo, parecido al de los amantes.
Nyla también estaba aturdida por la escena que se desenvolvía ante ella, pero algo hizo clic en su mente, y una suave sonrisa floreció en sus labios.
Hojas de color verde esmeralda, como nacidas del mismo aire, comenzaron a girar con gracia alrededor de la espalda del chico. Como una tierna y viviente tapicería, envolvían su forma herida, tejiéndose sobre la piel quemada. Al hacer contacto, un suave y reconfortante brillo emanaba de cada hoja, y las lesiones de Rio empezaban a sanar a un ritmo asombroso.