Las tres hermosas hermanas permanecían en silencio, sus ojos fijos en el duelo que se desarrollaba. Cada una de ellas mostraba una expresión de intensa preocupación y confianza mientras observaban el ataque de Drake que iba a encontrar al muchacho que adoraban.
Especialmente, Helia, cuyos ojos estaban clavados en el joven muchacho, a pesar de su intervención, su mente estaba llena de dudas sobre la capacidad de Rio para enfrentarse a un guerrero de Etapa Roja como Drake.
No podía evitar preguntarse qué tipo de entrenamiento había realizado en las últimas cuatro semanas. La incertidumbre y la preocupación se leían en su rostro, y Lia lo notó también, intercambiando una mirada preocupada con ella.
Incluso Nyla, que tenía fe en la fuerza de Rio, no podía evitar sentir un sentido de inquietud que se apoderaba de ella.
La mano de Drake estaba a centímetros del rostro de Rio, sus ojos se estrecharon con la expectativa de asestar un golpe único como el definitivo.