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Río sabía que necesitaba averiguarlo, pero por ahora tenía que centrarse en la tarea que tenía entre manos: terminar el torneo.
Con una respiración profunda, el chico se armó de valor para los desafíos que le esperaban. La Señora podía haber lanzado sus mejores golpes contra él, pero estaba decidido a enfrentar todas las dificultades.
El pensamiento de su identidad le intrigaba, pero era consciente de que esta señora volvería a atacarlo ya que tenía algún rencor desconocido contra él.
Río dirigió su atención hacia Nyla, la cual había estado luchando contra el jabalí gigante con su llama amarilla y lanza negra.
Los ojos de la chica brillaban con un resplandor decidido, su mano agarraba firmemente su lanza. Se lanzó hacia la bestia chamuscada con una llama amarilla girando a su alrededor.
La criatura intentó esquivar su ataque, pero Nyla era demasiado rápida para ella. Atacó rápidamente al jabalí gigante con su lanza, enviando llamas amarillas volando por todas partes.
