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Él sabía que debía mantenerse enfocado y luchar, pero al mismo tiempo necesitaba recolectar información y desvelar la verdad detrás de esta emboscada.
Con los tres estudiantes acercándose, Rio tomó una respiración profunda y se preparó para la pelea.
El choque de la hoja contra hoja resonó a través del bosque mientras la batalla continuaba, pero Rio se mantuvo compuesto ya que deseaba encontrar el misterio detrás de sus atacantes.
El primer estudiante se lanzó hacia él con una espada, pero Rio hábilmente esquivó el golpe y contraatacó con una patada rápida al estómago.
El estudiante retrocedió, jadeando por aire, y el chico de cabello carmesí aprovechó la oportunidad para enviarlo más lejos con otra patada.
El segundo estudiante vino hacia él con una maza, pero Rio estaba listo para él. Bloqueó el primer golpe con su espada y siguió con un puñetazo en la cara, alejando al estudiante.
