—¿Qué si renunciamos, conlleva a no lamentar? —preguntó la Santa con una leve sonrisa en su rostro.
—Solo renunciar a nuestra ira nos lleva a no lamentar —. La voz de Eve resonó en su mente para darle la respuesta.
—Ira —. dijo el chico de manera compuesta.
La santa lo miró con una luz encantada brillando en sus serenos ojos. Continuó:
—¿Qué si al renunciar, uno se enriquece?
—Si no tienes deseos entonces eres la persona más rica —. Eve respondió en sus pensamientos, ni siquiera tomó tiempo para pensar como si supiera todas las respuestas.
—Deseo —. dijo Rio, manteniendo su calma para no dejar que la santa dudara que estaba siendo ayudado por la Emperatriz 'Sabelotodo'.
—Estás en lo correcto. Bien, última pregunta. Si respondes correctamente, les permitiré a ustedes tres pasar una prueba y uno de ustedes podrá tener el tesoro. ¿Qué si al abandonar, uno se hace feliz? —La dama de ropas blancas preguntó mientras sus ojos parpadeaban con un brillo misterioso.