—No le hagas caso. Siéntete cómoda aquí. De todas formas eres más amable que él —Helia comentó ya que le gustaba Nyla más que al chico de cabello carmesí.
Quedó impresionada por su valentía y la virtuosa acción de salvar a sus camaradas crearon una imagen favorable de la belleza de cabello magenta en el corazón de la Leona, quien usualmente odiaba a los humanos.
Lia no encontraba mala su petición ya que estaba feliz de que la chica se estuviera llevando bien con ellos a pesar de ser de la raza humana.
—Enviaré a alguien a comprar esas cosas para ti. Las tendrás para la tarde —dijo la belleza de cabello blanco con una sonrisa.
—Gracias, hermana mayor —Nyla mostró su gratitud con una voz animada y comenzó a usar una palabra más íntima para llamarla.
—¿No era originalmente mío este cuarto? —preguntó Rio desde un lado.
El chico notó cómo Lia le había dado su habitación a Nyla, que se suponía que era suya en primer lugar.