—Allí —Sofía señaló las hojas esponjosas de los arbustos y fue a recogerlas.
Río y Lucas la siguieron para recolectar hojas junto con musgo para dárselo a Nyla, que lo usó para hacer ropa de cama para ambas tiendas.
—Se está haciendo de noche. Deberíamos recolectar algo de leña para hacer una fogata —sugirió Sofía a sus compañeros de equipo.
—¿No atraerá a las bestias? —preguntó Río, pensando que era una mala idea.
—Lo hará, pero ¿cómo cocinaríamos nuestra caza? —Ella señaló hacia el cuerpo de un zorro que estaba cerca de la raíz de un árbol.
—¿Vamos a comer eso? —preguntó Lucas desde un lado, frunciendo la nariz para mostrar su desacuerdo.
—Eso es lo que los guerreros usan de comida cuando acampan en la naturaleza —respondió Nyla desde un lado.
Río y compañía se dispersaron para recoger leña.
Sofía la colocó a cierta distancia de su tienda y los chicos arreglaron el suelo con hojas cómodas para sentarse.