—Se está haciendo tarde. Volvamos para cenar. Mañana por la mañana Leona me estará mostrando sus técnicas de arte de batalla, así que deberíamos prepararnos para dormir pronto —dijo Rio mientras se levantaba.
—Antes de eso, permíteme darte algo que necesitarás ya que estás en la Etapa Púrpura —dijo Lia con una voz suave.
—Está bien... —respondió Rio, ya que estaba acostumbrado a recibir cosas de su amada esposa.
Ella se puso de pie y se alejó del árbol de frutos del arcoíris. El muchacho la siguió mientras pasaban junto al deslumbrante estanque.
El jardín parecía transformarse en un lugar de misterio y el arte perfecto de la naturaleza en la noche. Con las sombras alargándose y la luz de la luna iluminando el jardín para tener un aspecto mágico y de otro mundo.
Entraron en un área rica en arbustos coloridos. Había diferentes tipos de flores vivaces y frutas rechonchas en cada una de las plantas.