—William interrumpió sus palabras de inmediato —Cuéntame qué más puedo hacer, cosas que cualquier maestro puede realizar.
—Hay muchas cosas, pero al final darán poco o nada —ella intentó convencerlo para que revelara más sobre sus orígenes y el conocimiento que tenía sobre los monstruos alrededor de la ciudad, y aún así fracasó.
Los dos eran como zorros astutos, sabiendo lo que el otro deseaba, y no dejaban que el otro tuviera lo que quería.
Sin embargo, al final, ella tuvo que sucumbir a su deseo y finalmente le habló sobre otras formas de obtener puntos de contribución.
—¿Añadir algún conocimiento nuevo a la ciudad? ¿Demostrar el propio valor en Alquimia y Forjado? Pan comido... —La expresión en el rostro de William le dijo a Tara que él no sufriría con este desafío.
—¿Sabes de cosas que nosotros no? ¡Apenas puedo creerlo!
—Déjame entrar primero a la biblioteca común —William no explicó nada—, y luego empezaré a acumular puntos de contribución como lluvia cayendo, jajaja.
