Mientras Richard empezaba a adivinar la verdadera identidad de la persona de la que Rick hablaba, este último comenzó a reír como loco.
A tan solo quinientos metros de distancia, Ibra sostenía el Papel Mensaje de William y permitía que este último escuchara lo que estos dos decían.
En los últimos días, los había escuchado hablar de muchas cosas. Pero lo que despertó el interés de Ibra fue el odio sin límites de Rick hacia William, tan profundo y arraigado.
Sin necesidad de preguntar o conocer la verdadera identidad de Rick, sabía que estos dos tenían una larga historia entre ellos.
—¿Qué haremos?
—Déjamelo a mí —Rick no podía creer que su enemigo jurado se entregara así—. Te haré pagar por todo lo que me hiciste sufrir todo este tiempo.
Richard miraba la espalda que se alejaba cada vez más de Rick sin saber qué sentir. Desde la primera vez que conoció a Rick, pudo percibir la severidad del odio que albergaba hacia William.