—¡El resultado seguiría siendo el mismo! —William apretó ambos puños y su cuerpo temblaba levemente por su inmensa ira y odio. Odiaba su debilidad de aquel entonces, cuando su mundo se estaba desmoronando, su academia fue derribada y su vida corría grave peligro.
—Pero ahora... Las cosas no eran tan diferentes ahora. —No, las cosas no van a terminar igual esta vez... Estoy aquí, ¡y voy a detener todo esto! —Su cuerpo tembló de nuevo, esta vez causado por su determinación.
—Sí, le faltaba mucho en términos de fuerza total. Pero tenía su conocimiento.
—Joven amo... ¿Está todo bien? —Desde un lado, era evidente lo terrible que William se veía en este momento. Solo Lina tuvo el valor de preguntar.
—Justo en los últimos minutos, William parecía una bestia feroz, una que intimidaría a todos sin siquiera mover un dedo.
—Vamos a luchar —William aspiró aire frío con respiración entrecortada, mientras movía sus ojos entre sus tres compañeros—. Tina, ¿puedes quedarte aquí por ahora?