Durante las últimas horas de su día, Fénix entrevistó a más miembros de Ases Altos. Quería deshacerse de la mayoría de ellos, ya que estaban atrapados en una mentalidad que no encajaba con Paragón.
Pero los estúpidos contratos le ataban las manos a la espalda...
Al salir de su oficina, dirigiéndose hacia su habitación, se detuvo en la sala del trono en el primer piso. Era un desvío considerable, dado que tenía que pasar por el segundo piso para llegar al primero, pero lo necesitaba.
Entrando en la sala del trono, encontró a una niña pequeña enrollada en una bola al lado del trono de Astaroth.
Luna había estado así durante un mes desde que perdieron contacto con Alexander. Se quedaría cerca del trono y a veces incluso se enrollaría en una bola sobre él, llorándose hasta dormir.