Los dos grupos salieron del palacio, en dirección a la plaza del portal de la ciudad. Una escolta de la Guardia Real los siguió todo el camino, atrayendo mucha atención sobre ellos.
A Astaroth no le importaba demasiado, pero algunos jugadores de los dos grupos que seguían estaban mucho más nerviosos ante la idea de cientos de personas observándolos mientras caminaban por la calle.
No tardaron en llegar a la plaza del portal, ya que la mayoría de los residentes y aventureros les abrían paso al caminar. Un grupo de veinticuatro personas caminando juntas ya era impresionante de por sí.
El hecho de que ambos monarcas estuvieran con ellos solo hacía esto aún más memorable.
Una vez allí, el portal ya estaba preparado y listo para usar, gracias a la advertencia previa del Comandante Levine. Todo lo que tenían que hacer ahora era atravesarlo.
Astaroth echó un último vistazo a la gente alrededor, y dijo:
—¡Muy bien! ¡Vamos a enfrentarnos a la música!