A lo largo del mundo, desde Montreal, en un tranquilo pueblo de Argentina llamado San Antonio de Areco, un camión se detuvo en la carretera principal del pueblo, Alvear. El conductor del camión, un joven latino de no más de dieciséis años, estaba buscando una tienda en específico, a la cual tenía que hacer una entrega.
Había poco tráfico en esta pequeña localidad, y pudo localizar su destino con suficiente rapidez. La tienda era una tienda de videojuegos, con muchos carteles grandes y llamativos en la acera frente a ella.
Los carteles, todos escritos en español, anunciaban la próxima llegada de un lote de nuevos cascos de RV de alta tecnología, para jugar al nuevo juego que estaba de moda en todo el mundo; Nuevo Edén. Había una fila de personas esperando en la acera, extendiéndose por varias cuadras, de niños emocionados con sus padres, esperando para entrar a la tienda.