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—¡Maldición! ¿No pudiste con el primero, así que viene el segundo? —Inmediatamente después de tomar un momento para recuperar la compostura, Fehim reactivó su escudo, bloqueó las flechas entrantes y gritó aterrorizado al ver al otro soldado zombi detrás de él.
Como su escudo era insuficiente para protegerlo de las flechas que venían por detrás, se preparó para esquivarlas cuando Raydon entró inesperadamente en su campo de visión.
—Finalmente te has revelado —dijo Raydon al aparecer al lado del soldado zombi—. Sonrió mientras balanceaba su gran espada, saliendo bocanadas de humo gris de las comisuras de su boca.
*BAMM*
El soldado zombi estaba tan ocupado con Fehim que fue tomado por sorpresa por este ataque repentino; el golpe de la espada hizo que soltara el arco en su mano, y su cuerpo salió volando.
