—Entonces, ¿cuánto puedo venderlo? —Raydon tomó la decisión de convertirlo en oro porque no le gusta tener objetos inútiles en su bolsa. Estaba buscando algo que le diera maná, pero las venas de hielo estaban muy por debajo de sus expectativas.
—9750 monedas de oro —el hombre habló con franqueza. Raydon recordó haber vendido la piel de corteza anteriormente por 14.000 monedas de oro, pero dado que esto era solo de grado blanco, decidió que el precio era razonable.
—Trato hecho.
—Me pregunto si con todo este oro podré encontrar un buen encantamiento corporal —reflexionó. Al parecer, conseguir un buen encantamiento corporal era difícil y además caro.
El hombre se recostó en su silla, su mirada se fijó de nuevo en su libro y preguntó —¿Algo más?
Aunque Raydon quisiera algo más, era evidente por las acciones del hombre que no lo obtendría.
Raydon dijo:
—Eso es todo, gracias —y salió de la tienda.