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—Espera, Jack.
Jack se detuvo un momento y dijo:
—Te has equivocado de persona. No te conozco y no soy de la familia Alfonso. Además, no acepté el compromiso. Así que, espero que puedas olvidar lo que sucedió hace dos días.
—¿No me conoces, Jack? ¿O es que estás fingiendo que no me conoces? —sintiéndose frustrada por cómo Jack la trataba, gritó Wendy.
Jack la miró de nuevo y preguntó:
—¿Debía conocerte de antes?
Según sus recuerdos, no había absolutamente nada que pudiera recordar sobre esta mujer. Ni su nombre, ni su voz, ni sus ojos, ni su figura, nada sobre ella estaba impreso en su mente en absoluto.
Los ojos de Wendy se enrojecieron en el momento en que vio que Jack hablaba en serio. Se mordió los labios y lo miró fijamente a los ojos. Jack no apartó la mirada en absoluto y esperó su respuesta.
