—No hay problema con eso. Pero en cualquier caso, si cambias de opinión, puedes venir a buscarme en el nuevo edificio pequeño que posee esta sucursal. Estaré esperando tu respuesta —declaró Sebastián. Después de eso, se dio la vuelta y se fue.
Jack no dijo nada, solo observó cómo las dos personas que habían venido se marchaban. Pero aún así, ya podía decir que había algo que Sebastián definitivamente iba a hacer acerca de este asunto.
Al final del día, ¿cómo era posible que una persona del calibre de Sebastián fuera enviada solo para fracasar? Además, ya que había provocado a la organización de la Fuerza, eso implicaba que definitivamente iban a hacer algo al respecto.
Aunque en realidad había negado unirse a ellos en este momento, definitivamente intentarían causarle problemas para asegurarse de que se uniera a ellos. Y por la forma en que lo veía, estaba claro que Sebastián no quería convertirlo en su enemigo.