Desde que Jasper había decidido cooperar, Jack no quería seguir perdiendo tiempo aquí. Después de todo, él no sabía sobre la situación actual de Celine. Por esa razón, no estaba dispuesto a dejarla permanecer donde fuera que Jasper pensara que era seguro para ella.
—Apresúrate ahora. Guía el camino. No quiero que mi esposa siga quedándose aquí ni un minuto más —dijo Jack con indiferencia. Pero aún así, había frialdad en sus ojos, ya que aún no había perdonado a la organización por secuestrar a Celine.
Jasper asintió con la cabeza y en el siguiente momento condujo al grupo hacia la salida de la sala. Después de eso, se dirigieron hacia un sótano subterráneo.
Mientras Jasper avanzaba tambaleándose, de repente se dio cuenta de que la atmósfera no era para nada buena. En el siguiente instante, sus sospechas se confirmaron.