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Lo primero que John decidió hacer fue buscar maneras de retener a los chefs. No había forma de que los dejara ir, en un período en el que no había otras personas que pudieran reemplazarlos.
Por esa razón, decidió recurrir a todos los medios posibles para asegurarse de que tuviera éxito. Ya que no había manera de convencerlos con los beneficios que ofrecía, entonces tenía que usar otros medios para hacerlo.
Durante esa noche, hizo varias llamadas una tras otra. Y después de eso, se relajó en su casa por la noche, esperando un informe al día siguiente. No creía que iba a fracasar.
Pero cuando llegó el día siguiente, en realidad no hubo respuesta de parte de la gente a la que había llamado previamente. Era como si hubiesen olvidado el trato que habían hecho.
Frunciendo el ceño, John sacó su teléfono y llamó de nuevo. Pero, después de un largo período de llamadas, no hubo respuesta alguna. Esto le hizo sentir que había algo extraño.
