Después de terminar con Erick, Jack decidió lidiar con Samantha. Aunque era cierto que la dama frente a él no era la principal culpable, aún estaba involucrada en el asunto de intentar secuestrar a Celine.
Eso era algo que para Jack era completamente imperdonable. Su intención era clara, al igual que con Erick, decidió eliminar también a Samantha. Mantener a alguno de ellos era definitivamente un riesgo que no valía la pena correr.
¿Quién podía garantizar que después de marcharse, no volverían e intentarían secuestrar o matar a las personas que él amaba? Mantener algo que más tarde podría resultarle nocivo no estaba en absoluto en el diccionario de Jack.
Samantha sintió su corazón temblar de miedo mientras se enfrentaba a la mirada de Jack. Se pasó saliva con dificultad, mientras intentaba pensar en cómo salir de la situación en la que se encontraba.