Dentro de una habitación bien amueblada, dos personas estaban sentadas frente a frente. Uno de ellos era Nathan, un hombre que ya estaba en sus últimos cincuenta. Actualmente vestía una camisa marrón suelta y un par de pantalones blancos.
Sus ojos eran agudos mientras miraba a la otra persona que estaba sentada frente a él en la habitación. Este hombre parecía más viejo que Nathan, considerando que tenía varias arrugas más en su rostro en comparación con Nathan, cuyo cabello apenas había comenzado a ponerse gris.
Este hombre tenía rasgos marcados. A juzgar por su apariencia, había sido un hombre guapo durante su juventud ya que aún mantenía un cierto encanto a pesar de que ya era viejo.
Este hombre vestía una camiseta verde acompañada de unos pantalones de sudadera grises sueltos. Solo con mirarlo, se podía decir que era un hombre a quien le gustaba estar libre de todas aquellas cosas que pudieran hacer su vida aburrida.