—No lo creo. Es simplemente porque no me enfrentaste en mi mejor momento. Justo después del medio tiempo, te demostraré que no soy tan fácil de vencer —Damien resopló mientras abandonaba la cancha.
Jack regresó al área de descanso de los Gallos. Allí, los jugadores entusiastas y el entrenador lo rodearon e intentaron halagarlo. A Jack no le gustaba que lo halagaran. Así que, simplemente los apartó con un gesto.
Estos chicos no interrumpieron su descanso en absoluto. Volvieron y tomaron asiento. Pero aún así, echaban miradas hacia él. Sus ojos estaban llenos de gran respeto. Al pensar en el momento en que realmente pensaron que Jack no debía jugar con ellos, no podían evitar sentirse avergonzados.
Por otra parte, Jack no necesitaba descansar porque no estaba cansado en absoluto. No había ni una gota de sudor en él porque no corría por la cancha en absoluto. Simplemente tomaba el balón antes de lanzar.