Después de un momento, vio que el joven había cometido un error. Aprovechando esta oportunidad, atacó de inmediato hacia la garganta otra vez, apuntando a perforar la garganta y terminar con su vida.
Justo cuando la daga se aproximaba a la garganta del joven, sus movimientos se aceleraron de repente, sin mostrar signos del tambaleo inicial. Atrapó el brazo que sostenía la daga mientras lo torcía hacia un lado, evadiendo el golpe.
Inmediatamente después, utilizando toda la fuerza de sus manos, atrajo a Víbora hacia él. Antes de que Víbora pudiera reaccionar, recibió una rodillazo en el pecho. Reflejamente, intentó retirar su brazo.
Pero, en ese breve instante, el joven logró arrebatarle la daga de la mano. Mientras Víbora retrocedía tambaleándose, el joven de repente saltó hacia delante y clavó la daga en el pecho izquierdo de Víbora, atravesando directamente su corazón.