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Chapter 83 - La Calma.

Después de que la pareja se fue, Zheng y Lusamine se disculparon profusamente ante lo cual Exedra no respondió y Valerie simplemente lo ignoró con un gesto de la mano.

El grupo finalmente llegó a un largo pasillo donde se encontraban sus habitaciones.

Mira tenía su propia habitación para compartir con Megumin, mientras que Exedra y sus esposas se alojaban todos en la habitación enfrente de la de ella.

—Umm... ¿dónde se supone que debo quedarme yo? —preguntó Valerie.

—Bueno, no sabíamos que vendrías así que no pensamos en preparar una habitación para ti, pero supongo que podemos... —dijo Lusamine.

Bekka envolvió apresuradamente su brazo alrededor del musculoso brazo de Valerie —¡No te molestes! Ella puede quedarse con nosotras.

—¿Eh? —dijo Valerie.

Lailah se enrolló alrededor del otro brazo de Valerie y mostró una amplia sonrisa —¡Eso es perfecto! Ella estará muy bien con nosotras.

—E-espera un segundo yo no he acordado... —dijo Valerie.

—Vale, entonces si ustedes están seguras —dijo Lusamine encogiéndose de hombros.

¡Flash!

Pronto la súcubo desapareció en una nube de niebla rosa y Zheng la siguió poco después.

—¿L-Lisa? —dijo Valerie.

Valerie se giró buscando ayuda de su antigua amiga, solo para verla dándole un pulgar hacia arriba y una cálida sonrisa.

¡T-traidora!

Sin una palabra más de protesta, fue arrastrada a la habitación por las chicas con Lisa siguiéndolas poco después.

Exedra permaneció en el pasillo con Mira.

—Papá, ¿me arroparás? —dijo Mira.

El dragón sonrió calidamente. ¿Cómo tuvo tanta suerte de tener una hija tan adorable?

—Vamos pequeña ratoncita —dijo él.

Así el padre y la hija entraron en su habitación con un pequeño gato negro siguiéndoles de cerca.

—¿Qué están haciendo? ¡No puedo dormir con ustedes! —Valerie protestó de inmediato después de que la puerta se cerró.

El grupo estaba de pie en una habitación bastante agradable con una cama grande y un balcón.

—No te preocupes, no dormiremos esta noche. —Lailah ofreció palabras de consuelo, pero parecía que sus palabras tenían el efecto contrario.

El rostro de Valerie pronto alcanzó un tono escarlata poco saludable. —¡T-tampoco quiero ver cómo tienen sexo ustedes!

Lisa intentó aclarar el malentendido de una vez por todas. —No, Val, ella quiere decir que realmente no estaremos aquí esta noche.

—Ah... —de repente la mujer medio humana pareció un poco decepcionada.

Bekka se tumbó en la cama y miró a Valerie con curiosidad. —Pero, ¿por qué no quieres vernos tener sexo? Siempre que lo veo follar con Lisa me pone muy muy ca-

—¡¿Qué les pasa a ustedes! —El rubor escarlata de Valerie que había desaparecido floreció por completo.

—¡¿Cómo pueden ofrecerme a su esposo tan fácilmente?!

Cada una de las chicas se miraron entre sí antes de hacer una cara seria y mirar a Valerie de nuevo.

Bekka:

—Esto solo es fácil para nosotras porque eres tú.

—¿Hm?

Lisa:

—Verlo con otra mujer es lo más difícil de imaginar para nosotras.

—Entonces por qué-

Lailah:

—Nos enteramos de lo que hiciste por Lisa y Mira.

Valerie miró a Lisa, quien mostraba una sonrisa avergonzada y suspiró sin poder hacer nada.

—Mira, solo hice lo que cualquiera hubiera hecho en esa situación.

Lailah:

—No lo creo del todo.

Bekka:

—Yo tampoco.

—¡B-bueno, es verdad! —Valerie protestó con los brazos cruzados.

Lailah se levantó lentamente de la cama grande y caminó hacia Valerie. —Salvaste a mi amiga y a mi hija porque eres una mujer de buen corazón.

—Salvaste a dos personas que amo... así que creo que es justo si comparto a la persona que más amo contigo —dijo Bekka con timidez.

—¡Aww! ¿Eso significa que me amas, Bekka? —preguntó Lisa con brillos en los ojos.

—Nunca lo admitiré de nuevo, así que atesora este momento para siempre.

—¡Lo haré! —Lisa rápidamente envolvió a Bekka en un feroz abrazo de oso que ella pretendió no gustarle, pero el movimiento de su esponjosa cola negra y la sonrisa en la esquina de sus labios la delataron.

—Ustedes siguen ofreciéndome esta oportunidad pero, ¿y él? Apenas nos conocemos y ni siquiera creo que él se sienta atraído por mí de esa manera.

Las chicas se miraron de nuevo antes de que Lisa diera un paso adelante.

—Está bien, no lo mencionaremos de nuevo. Te dejaremos ver por ti misma lo que él siente por ti.

Valerie asintió. Aunque debería sentirse feliz de haber sacado a este grupo de esposas de encima, no podía evitar sentir como que ya sabían cómo terminaría esto.

'Nah… no puede ser, ¿verdad?

¡Click!

De repente las cuatro mujeres se volvieron hacia la puerta abierta para ver a Exedra entrar con una expresión tranquila.

¡Mis estrellas, qué hombre tan hermoso! Valerie estaba absolutamente deslumbrada.

Aunque lo había visto varias veces ya, no podía imaginarse no estar increíblemente emocionada cada vez que veía su hermoso rostro.

Pero... esta vez ver ese rostro le hizo recordar un recuerdo particular que casi había olvidado.

—Yo... yo no necesitaba que me defendieras, ¿sabes?.

Exedra se quedó congelado y miró a Valerie con una expresión inmutable. —Pensé que eras tan inteligente como bella pero me encuentro en la necesidad de retractar esa opinión.

—¿Eh? —El cerebro de Valerie dejó de funcionar temporalmente.

—Ese hombre podría haberte matado tan fácilmente como aplastar un insecto. No soy un hombre que sienta la necesidad de salvar a la damisela en apuros de ningún modo, pero tú y mi familia son diferentes.

—Si alguna vez estás en una pelea que no puedes ganar, te defenderé cada vez, lo desees o no.

—¿Me estás diciendo que te hubiera ido mejor? —rugió Valerie.

Al ver la expresión inmutable de Exedra, empezó a pensar que quizás no podía ver las profundidades del poder de este hombre.

Por primera vez en mucho tiempo sintió una emoción que odiaba desde lo más profundo de su ser.

Debilidad.

—Tsk... al diablo con esto.

Valerie pasó junto a Exedra con brusquedad antes de salir de la habitación.

—Dormiré con Mira.

¡Bang!

—Cariño...

Lisa iba a decirle a Exedra que tal vez había sido demasiado duro con ella, pero al verlo simplemente mover la cabeza decidió no insistir en la situación.

—Se calmará con el tiempo. Él no intentaba decir nada para lastimarla —Lailah le dio una palmadita en el hombro a Lisa y le devolvió una sonrisa suave.

Exedra caminó hacia el balcón y abrió las puertas solo para ser golpeado por el fresco aire nocturno.

—¿Qué tan lejos está de aquí? —Exedra preguntó de repente.

Lisa entendió inmediatamente a qué se refería y caminó hacia él —Si volamos a toda velocidad... ¿dos horas?

El dragón asintió antes de voltearse hacia una emocionada Bekka —¿Vienes con nosotros?

—¡Por supuesto!

—¿Y tú Lailah?

—No, me quedaré aquí para cuidar a Mira.

—Está bien... vámonos.

Exedra saltó al aire desde el balcón antes de que todo su cuerpo se envolviera en un tornado de llamas negras y moradas.

Las caras de las chicas contenían puro asombro mientras una gran sombra las envolvía y una presión sofocante les asaltaba.

< Habilidad: Transformación de Dragón Verdadero, Activada.

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