—¿Cómo fue, mi amor? —preguntó Exedra mientras besaba el cuello y la mejilla de su esposa, que aún no se había recuperado del todo.
—Tan… Tan bien —susurró ella.
Exedra simplemente se rió con orgullo al ver el estado de su esposa.
Él había sido un estudiante de sobresalientes en su vida anterior, pero este era sin duda el logro que más significaba para él.
En silencio agradeció a todas sus páginas porno favoritas de su lugar de origen por haberle dado este momento de gloria.
«Gracias PornCub».
«Gracias HentaiHeaven».
«Gracias Fwitter».
Mientras Exedra estaba ocupado agradeciendo a los dioses del porno por este gran momento, Lailah alcanzó su mano que todavía estaba encima de la vibrante vagina de Bekka.
—¿Hm? ¿Qué pasa Lailah? —puso una expresión confundida mientras ella sostenía su mano y la miraba como si tuviera hambre.
La mujer no respondió. En su lugar, abrió su pequeña boca e insertó los dedos de su esposo en ella.
Ella diligentemente comenzó a lamer sus dedos recogiendo cada gota de néctar que quedaba atrás.
Exedra estaba ligeramente atónito mientras observaba esto, pero rápidamente se acostumbró y simplemente miró a su esposa con total fascinación.
Después de terminar, retiró suavemente sus dedos de su boca antes de mirarlo a él con sus ojos rojos que eran inquietantemente similares a los suyos. —Sabe tan bien.
Exedra sonrió al oír esto y Bekka de hecho se ruborizó un poco.
—Bueno, ¿quieres probar un poco más? —él abrió ligeramente más las piernas de Bekka para permitirle a Lailah acceso completo a su vagina goteante.
—¡E-ey, déjame descansar un segundo, todavía estoy muy sensi- mmh! —las quejas de Bekka cayeron en oídos sordos mientras Lailah se zambullía entre sus piernas y lamió su vagina con delicadeza.
«¡Está tan bueno!» Lailah pensó mientras comenzaba ansiosamente a lamer la vagina de su amiga mientras ella temblaba incontrolablemente.
Mientras su vagina era lamida por su amiga, su esposo había comenzado de nuevo a pellizcar sus pezones mordisqueando su cuello, y ella una vez más estaba perdiendo el control de su cuerpo.
«Quiero probar más» —de repente, Lailah dejó de lamer a su amiga y se apartó un poco.
—Bekka gimió nuevamente en frustración al sentir que otro orgasmo realmente grande venía y que siendo interrumpida fue increíblemente frustrante.
—Estaba a punto de gritar y rogarle a su amiga que continuara cuando su esposo le susurró al oído —Shh... sé una buena chica y espera, ¿vale?
—Naturalmente, no podía leer la mente de Lailah pero cuando vio la expresión de ansia en sus ojos entendió que definitivamente no se detendría por mucho tiempo.
—Lailah cerró sus ojos y susurró algunas palabras que Exedra no pudo entender del todo.
—Volvio a abrir los ojos y se posicionó entre la entrepierna de Bekka para mostrarle lo que había hecho.
—Al abrir la boca, su pequeña lengua rosada, se había transformado en la lengua larga y bífida de una serpiente.
—Bekka inmediatamente sintió su cuerpo temblar de anticipación.
—Lentamente, Lailah introdujo su lengua de cinco pulgadas profundamente en la vagina de su amiga.
—¡Oh, sí, joder! —Bekka inmediatamente sacudió su cuerpo involuntariamente, y soltó un grito de placer que sacudió las paredes de la habitación.
—Lailah movía su lengua alrededor dentro de su vagina, tratando de saborear tanto como fuese posible de sus deliciosos jugos.
—¡Cuanto más profundo voy, mejor sabe! —Si Bekka estaba en el séptimo cielo, Lailah no estaba demasiado lejos.
—¡Ella conseguía comer algo dulce, pasar tiempo con su familia, y estaba aprendiendo mucho también!
—Exedra giró la cara de su esposa hacia él y capturó sus dulces labios.
—Mientras sus lenguas se entrelazaban, él sentía como ella emitía gemidos llenos de placer en su boca, avivando aún más su deseo.
—Gradualmente, Bekka comenzó a mover sus caderas adelante y atrás, tratando de meter la lengua de Lailah en los recovecos más profundos, mientras su orgasmo una vez más empezaba a construirse.
—Mmh, Mmh, Mmmmf!!! —Cuando la chica infierno vino por segunda vez, su cuerpo entero se sacudió intensamente mientras ella una vez más eyaculó.
—Esta vez logró recibir la mayor parte dentro de la boca esperante de la bruja entre sus piernas.
—Lailah ingirió ansiosamente cada gota que le regalaron antes de retractar lentamente su lengua y admirar su trabajo bien hecho.
—El cuerpo entero de Bekka estaba temblando.
—Sus ojos se habían volteado hacia atrás desde hacía tiempo y ella y Exedra ya habían roto su beso lujurioso.
—Su vagina todavía estaba temblando y se podía ver saliva y néctar todavía goteando desde la entrada.
—Exedra cuidadosamente levantó a la mujer exhausta antes de colocarla en la cama debajo de una manta.